Como cristianos, uno de nuestros más grandes anhelos es acercanos a Dios a través de Su Palabra.

El Salmo 1 es una de esas porciones de la Escritura que, si fuera por nosotros, más nos gustaría sentirnos orgullosos de decir que la cumplimos al pie de la letra. ¿Qué cristiano no desea ser como ese varón que, en vez de andar en caminos perversos, prefiere deleitarse y reflexionar en la Ley del Señor día y noche? (Salmo 1:2). Para llegar a este nivel de compenetración con la Palabra de Dios, sabemos que debemos grabar la Biblia en nuestro pensamiento, ¡y queremos hacerlo! Es un hecho que queremos instalar la Escritura en nuestro corazón y almacenarla en nuestra mente… pero también sabemos que lograr este deseo es un camino con mucho trabajo por delante, un camino del que muchos cristianos, a veces, con dolor, desistimos porque vemos el camino tan cuesta arriba que nos parece imposible alcanzar la meta.

Así que nos preguntamos: ¿Cómo podemos leer la Biblia de tal manera que quede grabada en nosotros? ¿Qué técnicas podemos usar o qué consejos podemos seguir para crear un hábito de memorización de la Palabra de Dios en nuestro día a día? Si bien esta es una pregunta que nos levanta muchos retos, por la gracia de Dios hay ayudas que nos facilitan la tarea que tenemos por delante y nos animan a ver ese camino que creíamos imposible de terminar más accesible.

Hay muchos recursos y tips que te podríamos dar, pero queremos dejarte con algunos que consideramos muy váliosos y fáciles de aplicar en nuestro proceso de memorización de la Biblia. Aquí los tienes: