¿Cuál es el propósito del sufrimiento?
Peter Berger dice que todas las personas y culturas anhelan “darle sentido a la experiencia del sufrimiento y el mal”. Ninguna cultura o cosmovisión ha hecho esto con la minuciosidad con que lo ha hecho el cristianismo. Según la teología cristiana, todo sufrimiento tiene un propósito, pues Dios se propuso derrotar al mal de una manera tan exhaustiva en la cruz que todos los estragos del mal algún día serán deshechos y nosotros, a pesar de haber participado tan profundamente en él, seremos salvos. Dios no está logrando esto a pesar del sufrimiento, la agonía y la pérdida, sino por medio de estas cosas; es por medio del sufrimiento de Dios que el sufrimiento de la humanidad finalmente será superado y destruido. Aunque es imposible no preguntarse si Dios pudo haber hecho todo esto de otra manera —sin permitir toda la miseria y el dolor— la cruz nos asegura que, cualesquiera que sean los consejos y propósitos insondables detrás del curso de la historia, todos surgen de Su amor por nosotros y Su compromiso absoluto con nuestro gozo y nuestra gloria.
“Es por medio del sufrimiento de Dios que el sufrimiento de la humanidad finalmente será superado y destruido.”
Así que el sufrimiento se encuentra en el centro de la fe cristiana. No solo es la forma en que Cristo se hizo uno de nosotros y nos redimió, sino que es una de las principales formas en que nos asemejamos a Él y experimentamos Su redención. Y eso significa que nuestro sufrimiento, a pesar del dolor que conlleva, también está lleno de propósito y utilidad.