Cómo encontrar el mensaje central de la historia

Cómo encontrar el mensaje central de la historia

Cuando estaba en la escuela primaria, uno de mis compañeros presentó un resumen de una historia escrita por C. S. Lewis que hablaba de cuatro niños, un león que era rey, una bruja blanca y una tierra mágica que estaba oculta y a la cual se accedía a través de un armario. ¡La historia me cautivó! Así pues, compré el libro Las crónicas de Narnia y lo leí con placer. Pero años más tarde, después de mi conversión a Cristo, me di cuenta de que había pasado por alto la obvia intención del autor de dirigir a sus lectores hacia Cristo.

Es posible leer una historia, encontrarla interesante y, aun así, perderte por completo su mensaje central. Por ejemplo, podrías poner una atención desmedida en el escenario o en los personajes secundarios. Podrías leer solamente párrafos aislados o saltar sin rumbo de un lugar a otro. Incluso podrías tratar de confeccionar la trama de la historia o su moraleja desde diversas secciones desconectadas. Pero si haces algo así, lo más probable es que malinterpretes la historia, la figura del héroe y los temas principales.

La Biblia es una historia divinamente inspirada y narra dicha gran historia —también llamada metanarrativa— a través de una colección de historias, canciones, poesía, dichos sapienciales, evangelios, cartas y literatura apocalíptica. En conjunto, estos estilos diversos cuentan la historia verídica de la obra redentora de Dios en el mundo. La Biblia contiene sesenta y seis libros escritos por diferentes autores. Dichos autores fueron inspirados por el Espíritu Santo, quien usó la personalidad y el contexto propio de cada uno de ellos para entregarnos el canon de las Escrituras, el cual contiene un único mensaje y tema principal.

Los creyentes reconocen la autoridad divina de las Escrituras e incluso leen y estudian diariamente la Biblia durante años. Y aun así, muchos siguen sin captar su mensaje principal. En Juan 5:39-40, Jesús se dirige a algunas personas en la misma situación y les dice: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí; y no queréis venir a Mí para que tengáis vida”.

Es posible honrar las Escrituras y aun así leerlas y usarlas incorrectamente al no ver el gran panorama que Dios ha diseñado. Afortunadamente, el Autor de la Biblia nos ha dejado un buen número de pistas que señalan claramente el tema central de su historia.

Aquí tienes una pista formidable ofrecida por Jesucristo mismo:

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de Mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en Su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de Mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto (Lc 24:44-49).

Jesús explica dos cosas en este pasaje. En primer lugar, hace la impactante afirmación de que todas y cada una de las partes del Antiguo Testamento —desde el Pentateuco hasta los Profetas y los Salmos— hablan de Su persona. En resumen, Jesús se identifica a Sí mismo como el Mesías prometido. En segundo lugar, dice que Sus discípulos serán testigos de estas cosas a todas las naciones; es decir, a todos los pueblos en todos los lugares.

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Desde Génesis hasta Apocalipsis, Jesucristo es el Héroe
y el mensaje central de dicha historia.

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Dicho de forma sencilla, ¡no entenderás la metanarrativa bíblica hasta que comprendas que todo en ella gira alrededor de Jesús! Desde Génesis hasta Apocalipsis, Jesucristo es el Héroe y el mensaje central de dicha historia. Y aún más, ¡no entenderás quién es Jesús a menos que comprendas cómo el gran panorama bíblico se centra en Él! Jesús es la clave de la interpretación bíblica, y esto significa que aquel que lea cuidadosamente la Biblia lo encontrará al principio de dicha historia, en el medio y al final.

Dios nos ha revelado en las Escrituras los propósitos del Rey, los planes del Rey y las promesas del Rey. A medida que estos temas se van desarrollando en la historia bíblica, debemos prestarles atención y leerlos tal y como Jesús dice que debemos hacerlo. La historia de Dios es una gran historia. En realidad, es la más grandiosa de todas y está centrada en Su plan de redención a través de la persona y obra de Jesucristo. Pero para interpretar la Biblia fielmente, necesitamos las herramientas adecuadas. La disciplina de la teología bíblica es una de dichas herramientas. La teología bíblica nos ayuda a captar el propósito principal de la Biblia, proteger a la iglesia y a guiarla, leer, comprender y enseñar la Biblia como Jesús dijo que debemos hacerlo y nos ayuda en nuestros esfuerzos evangelísticos.

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Este artículo fue adaptado de una porción del libro La teología Bíblica, publicado por Poiema Publicaciones. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.
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